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Espais de reflexió ètica per afrontar dilemes en la cura a les persones

Accent Social, entidad especializada en atención domiciliaria, centros de día, viviendas con servicios y residencias, cuenta con un Comité Asistencial de Ética que reflexiona sobre todas aquellas dudas que pueden surgir en el día a día de los equipos profesionales con el fin de mejorar la calidad de vida y bienestar emocional de los usuarios.

Imaginemos que un domingo cualquiera de septiembre, una mujer de unos 85 años sale a dar un paseo acompañada de su cuidadora, quien la atiende durante el día en las necesidades básicas para que ella pueda seguir viviendo en su casa de toda la vida.

A lo largo del recorrido pasan delante de una pastelería, y la mujer mayor rememora cuando su marido ya fallecido compraba esos enormes roscones de nata para las comidas dominicales en familia. Y le invade una oleada de nostalgia, tanto que le pide a su acompañante que compren un pequeño tortel, para recordar el sabor de esos tiempos felices. Sin embargo, es diabética y, por lo tanto, el médico le ha dicho que no puede comer azúcar, una recomendación que suele cumplir a la perfección.

¿Qué debe hacer la cuidadora en este caso?

Parece una pregunta trivial, pero encierra un dilema que puede convertirse en un conflicto profesional y emocional para la trabajadora. ¿Satisface el deseo de la persona a la que cuida para regalarle un instante de felicidad? ¿O sigue a rajatabla las directrices médicas para no poner en riesgo su salud?

En este dilema, como en la mayoría de ellos no hay ninguna respuesta 100% correcta, pero sí debería existir en las compañías dedicadas al cuidado de personas un foro donde sea posible debatir y compartir metodologías o estrategias de trabajo.

Por este motivo, Accent Social, entidad especializada en servicios de atención y acompañamiento a personas, con más de 17 años de trayectoria en Catalunya, puso en marcha en el 2019 su Comité Asistencial de Ética, un espacio de reflexión donde tratar sobre dudas que surgen en el día a día de sus trabajadores. Algunas sobre temas más ‘simpáticos’ (como el caso del tortel) y otras sobre aspectos de mayor complejidad o realidades que se han cronificado con el paso del tiempo.

 

“A veces surgen dilemas éticos porque no todos los profesionales y usuarios son iguales, y los espacios reflexión nos ayudan a compartir las dudas”
-Montse Olaria, coordinadora de Accent Social en el Servicio de Atención Domiciliaria de Barberà del Vallès.

 

BUSCAR LA EXCELENCIA EN LA ATENCIÓN A LAS PERSONAS

En todo caso, el objetivo es doble: mejorar las buenas prácticas en los cuidados de personas más allá de lo que marcan los protocolos técnicos y ofrecer todo el apoyo necesario a las personas cuidadoras ante un trabajo de gran carga emocional.

Cristian Palazzi, experto en bioética y Presidente del Comité Asistencial de Ética de Accent Social, ha acompañado la creación de este espacio interdisciplinar, donde se aplican los conocimientos de la ética a la salud y al cuidado de las personas, con cuatro principios básicos: la justicia, la autonomía, la beneficencia y la no maleficencia. Y que cada vez tiene más relevancia debido a los nuevos dilemas que surgen por el incremento de la longevidad y los avances tecnológicos.

 

“La bioética busca la excelencia en el cuidado de las personas vulnerables más allá de los que marcan los conocimientos técnicos, proponiendo respuestas a los dilemas que puedan surgir en el día a día”
-Cristian Palazzi, experto en bioética y Presidente del Comité Asistencial de Ética de Accent Social.

 

 

“La bioética busca la mejora de las buenas prácticas en los cuidados de las personas vulnerables más allá de los que marcan los protocolos o conocimientos técnicos, buscando la excelencia en base a aspectos más intangibles y dudas que puedan surgir en el trato del día a día”, resume Palazzi.

Por ejemplo, ¿de qué hablamos cuando hablamos de calidad de vida? ¿Cómo respetar la intimidad y la confidencialidad? ¿Cómo afrontar una negativa de una persona a la que se cuida ante, por ejemplo, una vacuna? ¿Cómo respetar su autonomía o preferencias personales? ¿Cómo acompañar a la persona en sus últimos días? Y así, un largo etcétera que la bioética analiza de manera interdisciplinar, reuniendo a distintos perfiles profesionales y poniendo sobre la mesa distintos argumentos.

En el caso del Comité Asistencial de Ética de Accent Social, se reúne trimestralmente para analizar distintos temas o bien cuando un conflicto requiere una intervención más urgente. “Deliberamos con una perspectiva amplia para acabar ofreciendo una recomendación al profesional, que no es de obligado cumplimiento, pero que le permite sentirse acompañado y asesorado ante su dilema. Es decir, una de nuestras premisas básicas es no dejar solo al trabajador ante las dudas que le puedan surgir en su día a día”.

 

UN ESPACIO DE REFLEXIÓN ÉTICA EN CADA PROVINCIA

Por eso, es clave la cercanía con los profesionales y la creación de un espacio donde expresar sus dilemas o conflictos. Para lograr esa proximidad, el Comité Asistencial de Ética actúa como un punto de referencia central, del que dependen a su vez cuatro Espacios de Reflexión Ética, uno para cada provincia catalana.

Montse Olaria, coordinadora de Accent Social en el Servicio de Atención Domiciliaria de Barberà del Vallès, es la responsable de uno de estos espacios. “Tenemos una normativa y unos protocolos de atención muy bien establecidos, pero a veces surgen dilemas éticos porque no todos los profesionales y usuarios son iguales. Creo que es muy importante contar con espacios de reflexión como este, porque las disyuntivas deben compartirse para mejorar”, comenta Olaria, que por su puesto de trabajo ejerce de nexo de unión entre trabajadoras, entidad, servicios sociales y usuarios.

 

“Una de nuestras premisas básicas es no dejar solo al trabajador ante las dudas que le puedan surgir en su día a día”.”
-Cristian Palazzi, experto en bioética y Presidente del Comité Asistencial de Ética de Accent Social

 

Estos espacios se están desarrollando y van avanzando paso a paso, pero de momento la acogida por parte de los trabajadores está siendo muy positiva. En primer lugar, porque les permite tratar esas cuestiones que solamente surgen cuando alguien entra día tras día en un domicilio y que sirven para fortalecer las mejores prácticas, reforzar las actitudes positivas y fomentar las buenas ideas. Y, en segundo, porque suponen un auténtico apoyo emocional para los profesionales.

“Las emociones de una profesional cuando se siente sobrepasada por una situación dilemática se procesan mejor si las compartes, si las expresas en voz alta. Y estos espacios de reflexión también ayudan a que se sientan más libres para ello”, detalla Montse Olaria.

 

UN LUGAR DONDE SENTIRSE APOYADO

En este sentido, los Espacios de Reflexión Ética se conciben como una herramienta consultiva, cercana y que debe llegar a todos los profesionales. Algo que agradece Anna Blancafort, gerocultora en el centro de día de Llançà (Girona), con 17 años de experiencia.

“Trabajamos de acuerdo al modelo de atención integral centrado en la persona, que nos exige valorar qué es importante en cada caso y qué podemos hacer para que la persona que atendemos pueda seguir desarrollando su vida de acuerdo a sus preferencias, respetando su autonomía y su capacidad de decidir… Es importante tener un espacio donde hablar de todo ello, sentirte apoyada y resolver las dudas en grupo a partir de diversos puntos de vista”, remarca.

 

“Es importante tener un espacio donde hablar de todas las dudas, sentirte apoyada y resolverlas en grupo a partir de diversos puntos de vista”
Anna Blancafort, gerocultora en el centro de día de Llançà.

 

Esta perspectiva basada en una mayor personalización conlleva ciertos dilemas, que pueden tener relación con una disparidad de criterios entre el usuario y su familia, discrepancias sobre lo que es más adecuado en un momento dado respecto al bienestar de la persona beneficiaria del servicio, respecto a la dieta a seguir, el mantenimiento de unas costumbres que se han llevado toda la vida…

Y entonces el profesional debe decidir qué acabará siendo más conveniente para el usuario, tanto a nivel de salud física como emocional. La solución no siempre es sencilla, y ahí es donde entra el Espacio de Reflexión Ética.

“Una persona del grupo suele plantear un tema de discusión y, entre todos, intentamos encontrar las mejores alternativas en base a los principios de la bioética. Intervienen profesionales de distintos perfiles, por lo que cada uno aporta su perspectiva hasta llegar a una conclusión conjunta”, detalla Blancafort.

Este es el objetivo principal del Comité Asistencial de Ética de Accent Social y los Espacios de Reflexión Ética que se derivan de él. Porque cuanto más apoyado se sienta el profesional, con más recursos a su alcance, y con metodologías de trabajo que atiendan a los principios de la bioética, de más calidad y más personalizado será el trato que reciban los usuarios. Y esto es algo que nos afecta a todos. Porque en algún momento, a lo mejor, alguno de nuestros seres queridos –o nosotros mismos- también necesitaremos acompañamiento y atención.

Artículo publicado antes en El Periódico: https://www.elperiodico.com/es/epbrands/cerca-de-ti/cuidado-personas.html