“Llegó de nuevo y sin querer evitarla. Comidas de empresa, regalos, tiempo en familia… y por menos que quieras, te atrapa ese espíritu navideño.
Algunos días, y más en estas fechas, somos un poco “los Reyes Magos”. Y es que llegamos a casas donde 3 horas de atención personal son recibidas y esperadas como un regalo de navidad. ¿Cuántas cartas han tenido que escribir? ¿Cuánto tiempo han tenido que esperar para poder abrirlo?
En ocasiones, las cartas a los Reyes Magos se nos amontonan sobre la mesa en forma de altas pendientes y nos abruma el trabajo y el tiempo. Un paje en estas fechas no nos vendría mal, ¿verdad?
Y continuamos trabajando, y pensando en cómo entregar a tiempo el paquete esperado, que cubra las necesidades en el horario correcto y que satisfaga las expectativas creadas desde hace tiempo…
No habrán pasado muchos días desde que hicimos la presentación de la trabajadora cuando, incluso con algo de incertidumbre, volveremos al domicilio por segunda vez para valorar la satisfacción que ha causado el regalo. Y es entonces, cuando oyes… «No me vayas a cambiar a la trabajadora que, desde que viene ella me levanto con la ilusión de salir a la calle».
¿Y tú? ¿Qué les pides este año a los Reyes?
Yo pido que sigamos trabajando en los hogares de las personas usuarias con el modelo de atención centrada en la persona…”.
Irene Peña
Técnica de gestión de Accent Social