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26 julio, 2025Ante las altas temperaturas y el riesgo de deshidratación que puede sufrir la población más vulnerable, se recomienda protegerse del sol, incentivar la ingesta de agua y evitar la ropa ajustada.
Cataluña vive estos días la primera ola de calor del verano, con temperaturas que pueden superar los 40 grados en Poniente y en las Tierras del Ebro, entre 34 y 39 en el resto del interior, y entre 30 y 34 en el litoral, según ha alertado el Servicio Meteorológico de Cataluña.
En este contexto, Accent Social, entidad gestora de algunos Servicios de Atención Domiciliaria (SAD) de diferentes municipios catalanes, ha emitido un conjunto de recomendaciones para las personas usuarias que atiende, para prevenir y evitar golpes de calor en los días de mayor riesgo.
Se trata de un episodio inusual en esta época del año, ya que se están registrando temperaturas propias de los meses más calurosos del verano.
Es por eso que la entidad ha querido precisar las medidas a seguir para los próximos días, poniendo el énfasis en que las personas usuarias se protejan del sol, sobre todo en las horas de más calor.
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CUIDAR EL BIENESTAR DE LAS PERSONAS ANTE LAS OLAS DE CALOR
“El bienestar y la salud de las personas usuarias es nuestra prioridad”, explica Cristina Fernández, jefa de servicio de Accent Social, quien recuerda la necesidad de refrescarse, con la aplicación de paños mojados o duchas, y beber agua con frecuencia:
“Si salen, recomendamos que lleven siempre una botella de agua y, en el caso de las personas con deterioro cognitivo, les ponemos un vaso lleno en la mesa para que no se olviden de beber en ningún momento, así como las animamos a beber con regularidad”, añade.
Para estos días, además, desde la entidad insisten en las siguientes medidas:
- Beber entre 2 y 2,5 litros diarios de líquidos, incluso si no se tiene sed.
- En casa, se debe controlar la temperatura durante las horas de sol. Estar en las estancias más frescas y abrir las ventanas durante la noche para airearlas. El uso de aire acondicionado o ventiladores también puede contribuir significativamente a reducir la temperatura interior.
- En cuanto a las comidas, deben ser lo más ligeras y nutritivas posible, ricas en frutas y verduras, para ayudar a mantener el cuerpo hidratado, fresco y proporcionar la energía necesaria sin sobrecargar el sistema digestivo.
- Hay que evitar la ropa ajustada y de fibras sintéticas que no transpiran correctamente e inducen la sudoración. Es preferible vestir prendas de colores claros y tejidos transpirables como el algodón.
- Evitar salir a la calle en horas de calor extremo. En caso de salir, se debe evitar el sol directo, optar por espacios con aire acondicionado y es necesario protegerse de la radiación solar con sombreros, gafas de sol y crema protectora.
- Aunque el ejercicio es importante para la salud en general, hay que reducir la actividad física durante las horas de más calor, entre las 12 del mediodía y las 18 de la tarde, y también es importante moderar su intensidad para evitar el agotamiento.
- Mantener un horario de descanso regular y asegurarse de que el dormitorio esté a una temperatura confortable puede mejorar la calidad del sueño y ayudar a evitar el cansancio.
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PREVENIR EL RIESGO DE DESHIDRATACIÓN EN LOS NIÑOS Y LAS PERSONAS MAYORES
En el caso de la población más vulnerable, como son los niños y las personas mayores, hay que extremar las precauciones ante las altas temperaturas, ya que son colectivos en los que aumenta el riesgo de deshidratación.
En cuanto a las personas mayores, Mónica Reina, responsable higiénico-sanitaria de Accent Social, señala que “con los años, el balance hídrico de las personas se ve comprometido por diversos factores, que pueden ser tanto externos como internos, y hay que tener en cuenta los cambios fisiológicos que se asocian con la edad, como tener una menor sensación de sed, también presentan una saciedad precoz, alteraciones gastrointestinales y una menor capacidad para regular la temperatura corporal. Esto nos hace más propensos al agotamiento y a otros problemas derivados del calor”.
La responsable higiénico-sanitaria de Accent Social también detalla que “existen diferentes grados de deshidratación”, con síntomas diversos que pueden ir desde la sed intensa, la disminución del apetito, malestar, fatiga, dolores de cabeza, boca seca, menor cantidad de orina y más concentrada, somnolencia, desorientación y estreñimiento; así como en casos más graves, puede causar espasmos musculares, delirios, problemas de equilibrio y descenso de la presión arterial.
Por otro lado, desde los servicios de Accent Social también se recomienda acudir a las revisiones médicas pertinentes para revisar si es necesario ajustar alguna medicación que pueda afectar a la capacidad del cuerpo para controlar el calor.
Estas medidas se transmiten a las personas usuarias de forma verbal, con carteles y señalización para que el mayor número de ellas tenga acceso a la información. Además, se difunden a través de charlas con profesionales y familiares.
En resumen, desde Accent Social consideran necesario aplicar un enfoque múltiple que incluya una buena hidratación, ropa y entornos adecuados, una dieta equilibrada, ejercicio moderado, protección solar y un descanso adecuado para evitar el agotamiento en las personas mayores durante épocas de calor como la que se está viviendo.
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