Hoy, 25 de noviembre, las residencias, los centros de día y los Servicios de Atención Domiciliaria (SAD) se han vestido de color violeta con el compromiso personal de no cometer, permitir ni silenciar la violencia contra las mujeres.
Es un momento para la reflexión y la concienciación sobre este problema y, a la vez, para seguir pidiendo la erradicación de la violencia de género todavía tan presente en nuestra sociedad.